Fomentar una actitud positiva hacia los deberes del cole es imprescindible para que los más pequeños de la casa se sientan felices, motivados y seguros en el colegio. Es esencial para ir acomodándoles en el mundo del aprendizaje.
Podemos empezar a crear esta actitud a través de algunas claves que te podrán guiar a la hora de organizar los deberes con tu hijo/a desde muy pequeño. El espacio, el tiempo establecido, el material, las actividades extraescolares, la actitud paterna…Todo cuenta.
Por ejemplo, algo que puede ayudar a la motivación inicial son los materiales escolares. Si éstos son de su gusto y agrado, el pequeño se sentirá más estimulado: cuaderno, lápices, goma, mochila, carpeta, pinturas… Para ello podemos empezar llevándole a comprar los materiales requeridos con nosotros, para que pueda elegir.
Las horas de sueño también son muy importantes, pues para que los niños estén activos, con atención y motivación, deben dormir un mínimo de 8 horas, de lo contrario hasta el humor y su actitud pueden afectar en el comportamiento.
El lugar asignado para que haga los deberes también es muy importante. Este espacio debe diferenciarse con claridad del resto de espacios de la casa, para que se convierta en un estímulo que predisponga al niño/a a estudiar y por lo tanto facilite la tarea. Este espacio tiene que ser tranquilo, cómodo y sin distracciones (sin ordenador, sin televisión, sin música…). De hecho, cuántas menos cosas en la mesa mejor, un boli/lápiz y su cuaderno o libro.
Al espacio va unido las horas que el niño/a debe dedicar a las tareas, y sobre estas horas asignadas emergerán los hábitos de estudios. Para ellos se pueden ir instaurando en casa desde pequeños los “momentos de los deberes”, de manera que poco a poco, los niños comprenderán de forma natural el tener sus momentos y su espacio para realizar ciertas actividades que, conforme crezcan, irán aumentando su complejidad. De esta manera estaremos fomentando la constancia y el aprendizaje a largo plazo. Y para que sientan que empieza otro momento, el de las tareas, podemos hacer que antes de estudiar y hacer los deberes merienden y esté un poco en familia, y pasada una hora entre una actividad y otra se pongan a las tareas.
Además de un horario establecido, es importante que haya consecuencias positivas por realizarlos, teniendo en cuenta que la valoración verbal y la expresión de emociones positivas por parte de los padres siempre debe estar presente. Pero además, tenemos que respetar los momentos de ocio de los pequeños, ya sea con mamá y papá o con otro niño/a. También podemos premiarle con una comida especial o con algo que el propio niño/a sugiera, teniendo presente que debe ser algo realista y asequible para los padres, es muy importante saber que estos reforzadores nunca deben ser materiales o excesivos salvo excepciones. No podemos olvidar que el objetivo es valorar el esfuerzo, la constancia y los resultados, de manera que el niño/a aprenda a esforzarse y a utilizar la motivación.
Terminar diciendo que hay que tener cuidado con las actividades extraescolares, no podemos sobrecargar al niño/a, pues pude provocar estrés e impedir que descasen todo lo que necesitan. Además si los niños están todo el día en el colegio y luego se unen a las actividades extraescolares, es posible que lleguen a casa cansados y con una actitud poco propicia para realizar las tareas.
Es importante igualmente decidir el tipo de actividades extraescolares. El deporte es recomendable y sano, pero hay que recordar que no podemos apuntarle a más de dos deportes diferentes a la semana. Además, si los padres no tienen tiempo para poder estar con sus hijos/as por la tarde, y por lo tanto no van a poder estar con ellos a la hora de realizar las tareas, es recomendable acudir a un centro o academia donde impartan técnicas y hábitos de estudio.
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